Spice girls y el falso feminismo de principios de siglo XXI

Recuerdan a un grupo, que para muchas de nosotras como mujeres marcó una época, con esto no quiero decir que me enorgullezca, pero es verdad que este grupo de cinco mujeres pseudo-feministas que izaban la bandera de Inglaterra bajo el disfraz de cinco estereotipos de mujer supuestamente liberal con el nombre de “picante”.

Mi mención sobre este grupo nace primeramente por las recientes noticias sobre su regreso, del cual no sé mucho aún, y además para decir con pena que además de ser su fan en mi adolescencia, vi la película completa, la peor pérdida de tiempo. (Lamentable)


POSH

Primero tenemos a la posh spice, con su imagen de glamour y elegancia, esclava de las compras, las tiendas, las marcas... si... claro... muy liberador para las mujeres.

SPORTY

Es un poco más coherente, pero en su lucha a favor del deporte y contra las actividades típicas de la mujer cae en una exageración. Sin embargo, que juegue box y se mantenga en forma de una manera saludable me parece rescatable.

BABY

Ni siquiera me acuerdo si así se le denominaba, pero era la que se vestía toooodo el tiempo de rosa, tenía dulces y nos recordaba la imagen de la dulzura con un toque de niña lolita, extremadamente infantil e inmadura, pensando sólo en su ternura. Esa imagen es de las que más me choca, la niña bonita, mona y estúpida que a lo único que le hace tributo es a su hermosura, su encanto y su estupidez.

GINGER

Ella es sin duda la más famosa de las integrantes, ella es la típica mujer provocadora, sexy, que intimida a los hombres con sus actitudes “feministas”, no permite que sea él quien tome la iniciativa, por lo que el girl power se hace manifiesto. Su manera de vestir enseña el cuerpo sin ningún pudor, lo cual debería ser lo feminista del caso, sin embargo me parece la actitud femenina más tradicional desde tiempos inmemoriables.

SCARY

De scary no tiene nada, se supone que es la mujer más auténtica, que no teme ser desinhibida, siempre se le ocurrirá algo y pondrá la diversión. Bueno... eso me parece más auténtico en cuanto a defender su personalidad, pero sigo sin entender mucho cómo eso ayuda a la imagen femenina.

Así que esta agrupación que supuestamente establece el “girl power”, no es más que un grupo creado por la mercadotecnia para convertirse en el emblema de exactamente la imagen de la mujer más tradicional, sólo disfrazada para verse muy original. En alguna parte de la película se burlan de un supuesto futuro donde se enfrentan a una vida donde la maternidad, los quehaceres domésticos como si se tratara de una vida mediocre y triste. Es seguro que con los millones que ganan no tienen que ocuparse de una familia como haría cualquier fémina mortal, pero tampoco escaparon al paso del tiempo y sus supuestos sueños feministas se vinieron abajo.

Ahora regresan con una imagen muy renovada, más doñas en su vestir y en sus cuerpecitos, un tiempo vimos que la deportista engordó, la súper candente se volvió anoréxica, la del carácter explosivo y radiante se divorció por maltrato sufrido de su esposo, la dulce pues se quedó en el anonimato y la “elegante” siguió siéndolo: santo remedio, casarse con un millonario muy atractivo.

Repito que no tengo nada en contra de ellas, pero espero que no pasen a la posteridad como las pioneras de algún tipo de movimiento a favor de la mujer.

La soledad es estar con uno mismo

La soledad es una medicina que nos tomamos por gusto propio. Es amarga pero placentera como una taza de chocolate caliente. La soledad no es una opción, es algo que tenemos cada día y llenamos con la compañía de otros que como nosotros, se sienten solos.

Aceptarla es lo más digno, lo más duro, lo más difícil. No es ir al cine solo. No es pasar la tarde del domingo frente al televisor. La soledad que nos agobia a todos es la de los miles de pensamientos que producimos en un instante y que sólo nosotros conocemos; estamos pensando sobre el color de las cortinas mientras decimos buenos días a la primera persona que vemos. Es darse cuenta que tu destino sólo depende de ti mismo, que en realidad a nadie le importa aunque te quieran.

Soledad es elegir a cada segundo, caminar por la derecha, tomar taxi o manejar el coche, es llegar a la cama con esos mismos pensamientos que no dijimos, dándonos vueltas: pensar que tienes sed y tomar agua, pensar que tienes frío y tomar una cobija, o pedírsela a alguien.

Estamos solos y somos insignificantes, sí, pero cuando aprendes a vivir con ello es cuando mejor te rodeas de personas, buscas a aquéllas que se ven en una condición igual, porque así la independencia cobra un sentido más coherente, y no sólo en dependencia disfrazada de compañías, de amor falso. El amor verdadero llega con esta certidumbre, así ya no desearemos que los hijos sean todo aquello que no fuimos, y que sean el amor incondicional que nunca buscamos en nosotros mismos, en nuestra soledad.

Mis impresiones de la vida independiente

Hace un año me fui a vivir a España con el sueño de poder decirle a todas las mujeres que salí de mi casa hacia la independencia y no precisamente con un velo de novia ladeándome la cabeza y las ideas.

Así que fui a la ciudad de Almería, España durante cinco meses, donde podría contarles tantas vicisitudes de muchas índoles, sin embargo por ahora la que más recuerdo fue la lucha contra un departamento o ‘piso’, para darse cuenta que aún el primer mundo y la gran modernidad nos enfrentan ante la horrible responsabilidad del mantenimiento de un hogar que no daba más que problemas.

Fácil, resumo todo en esto: El baño se tapó, la regadera se rompió, el horno de microondas dejó de funcionar por dos meses, la vitro cerámica reventó de la nada, todos los focos se fundieron, el lavavajillas no era lo mejor del mundo, la estufa de gas no tenía gas, perdimos la luz en dos ocasiones a causa de los fusibles... claro, no suena tan grave, pero imaginen todo junto.

Sólo utilizábamos un baño, que era el que estaba en una de las habitaciones, para bañarnos lo hacíamos con un chorro de agua que salía de un lado de la regadera. Como estábamos todas deprimidas (éramos cuatro chicas, otra chica más de agregada y un chico), sólo nos conectábamos a Internet ya que era invierno y en ocasiones no teníamos mucho dinero para salir. Tendíamos nuestra ropa en un pequeño balcón de 2 x 4 (¡Cómo extrañaba entonces mi enorme patio con un sol que secaba la ropa tan sólo de verla!) y basta decir que tenías que esperar tu turno para lavarla, porque no era suficiente; no teníamos un lavadero, así que cada una encontraba en el lavabo o el fregadero su piedra para tallar.

La Vitro cerámica (¿qué?), bueno nadie sabíamos lo que eso era, pero la utilizamos de todas maneras. De la nada un día tronó con nuestra comida esperando a ser devorada, nos costó un ojo de la cara. Empezamos a utilizar la rústica y conocida estufa de gas que estaba en un rincón. Cuando llamamos a un plomero fue precisamente un latino que nos quitó el otro ojo de la cara para ni siquiera resolver ese problema, nos juzgó de niñas ‘bien’ para sacarnos todo el dinero que quiso, y lo peor es que lo consiguió. A la semana siguiente el baño estaba igual, y otra semana más y nos dimos cuenta que el problema lo arreglaríamos nosotras con exactamente la décima parte de lo que pagamos por ese servicio.

Cuando perdimos la luz los fusibles eran la solución, lo único simple. Una semana o dos sin baño, con regadera a presión, sin dinero, pero con la gran conciencia de que la vida cómoda cuesta dinero, esfuerzo y que la independencia no se trata sólo de dejar a tus padres, requiere la misma responsabilidad de tomar cada problema como lo hacen las que se casan, como lo hizo mi madre.

Pero... yo volví a mi casa y no tuve que soportar a un hombre jaja. Algún día se realizará esa salida definitiva con las mismas intenciones.

HOY COMENZAMOS

Empiezo este blog con las más bellas y macabras intenciones, y qué mejor manera de empezarlo en este día, bueno, mañana 18 de diciembre que además de ser cumpleaños de Alejandro Sanz, Brad Pitt... comienzo felicitando a mi queridísima amiga Ziktee en este día porque también cumple ya sus buenas primaveras, o inviernos más bien. Me reservo decir cuántos pero digamos que los suficientes. Además le agradezco su gran recibimiento en Guadalajara que ha sido uno de los mejores viajes de descubrimiento espiritual e intelectual que he tenido. Se te extraña mucho.

También para felicitar a ayrazul que también lleva ya sus añitos en la bolsa jaja y que han sido de los cumpleaños más divertidos mezclados con vivencias muuuy locas. Espero que lo del hippie en la playa haya sucedido jaja, eso ya es cuestión personal.

Hace un año en un día como este también comencé a pisa suelo parisino en un día que tenía nada más y nada menos que 0° centígrados. Ahh qué bello París.

Tantos recuerdos... maldita sea.